Packaging inteligente: innovación, trazabilidad y sustentabilidad al servicio de la eficiencia

23/09/2025

El envase dejó de ser solo un contenedor. Hoy, empresas como AMF Packaging desarrollan soluciones que integran tecnología, materiales con características técnicas avanzados y criterios sustentables para responder a las nuevas demandas logísticas, regulatorias y de consumo. En Print & Pack hacemos un recorrido por los avances que están redefiniendo el rol del packaging en Chile.

“El diseño del packaging tiene un impacto directo en la cadena de suministro”, afirma Rodrigo Santelices, gerente general de AMF Packaging y Envapack Chile, quien afirma que estas empresas, dedicadas al desarrollo de envases para los sectores farmacéutico, industrial y agroexportador, consideran que los criterios logísticos como resistencia, volumetría, transporte y distribución, es fundamental.

“Hay que optimizar el uso del espacio, reducir vacíos, asegurar resistencia al transporte y proteger de factores como humedad. Diseñamos estuches que integran la circularidad, incluyendo materiales con porcentaje de material reciclado y así aportar a ser más sustentable como industria”, señala.

La innovación, sostiene Santelices, parte desde la propia materia prima, “hoy existen cartulinas y papeles con barreras integradas a la pulpa que ofrecen resistencia al frío, a la humedad o a la grasa. Eso permite simplificar diseños y aumentar la eficiencia sin perder funcionalidad”. También destacan los avances en barnices y tintas con funciones técnicas y al mismo tiempo sustentables: “Hoy día, hay insumos que repelen la humedad y son en base a agua o vegetales, con bajo contenido de compuestos orgánicos volátiles, los cuales están en línea con los conceptos de reciclabilidad y sustentabilidad.

Trazabilidad, tecnología y lucha contra la falsificación

AMF ha desarrollado su propio sistema de codificación Track and Trace basado en códigos QR, “este sistema permite cargar información desde cada etapa del proceso productivo. Al llegar al consumidor, ese código contiene toda la trazabilidad del estuche, desde su origen hasta su validación final”, explica. Además, han desarrollado aplicaciones para que el consumidor acceda a información directa sobre el producto, y han integrado serialización variable para prevenir la falsificación, clave especialmente en el área farmacéutica.

“El packaging se transforma en una herramienta de confianza, que permite verificar la autenticidad de un producto en mercados donde la venta informal y las copias son una amenaza real”.

Sustentabilidad con equilibrio funcional

“La sostenibilidad no puede estar reñida con la estructura del envase”, advierte Santelices. En AMF se diseña pensando en el ciclo de vida del producto y en el origen de los materiales: “Trabajamos con cartulinas certificadas FSC o PEFC, y priorizamos materias primas renovables y locales para reducir la huella de carbono. Pero todo esto debe hacerse sin perder resistencia ni funcionalidad estructural”.

También destaca la importancia de usar adhesivos y tintas biodegradables o reciclables: “Un envase con tintas que no permiten reciclaje no cumple el ciclo. La circularidad exige que todos los componentes estén alineados”.

Exigencias del mercado: más eficiencia, menos impacto

Según el gerente general de AMF Packaging, los clientes hoy demandan más que diseño: quieren soluciones que minimicen el gramaje, eliminen procesos decorativos innecesarios y reduzcan residuos sin perder estructura ni presencia. “La ley REP está empujando este cambio. Los supermercados y marcas quieren envases funcionales, livianos y reciclables que también sean competitivos en costo.”

“El mercado está exigente. Hoy el enfoque está en producir lo justo, en línea con el forecast de cada cliente. Eso implica disminuir mermas, optimizar bodegaje y ser más eficientes en cada setup de máquina”, señala Santelices. En sectores como el farmacéutico, donde los lotes son pequeños y los plazos cortos, han debido afinar al máximo la ingeniería de procesos.

Revalorizar el packaging: una industria estratégica

“En Chile venimos de una industria gráfica tradicional, pero el packaging fue una evolución natural. El problema es que no le hemos dado el valor que merece”, reflexiona. “Hacer un estuche es complejo. Hay ingeniería, hay capital humano, hay tecnología. Y el envase es la cara visible de todo el trabajo que hay detrás.”

Su llamado es claro: “Como industria, debemos visibilizar el rol estratégico del packaging en la logística, en la sustentabilidad y en la confianza del consumidor. Solo así podremos avanzar hacia un packaging verdaderamente inteligente”.

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El packaging inteligente como aliado de la eficiencia logística

Los envases en la actualidad ya no son solo una caja bonita. El llamado packaging inteligente está cambiando las reglas del juego en logística, y no es exageración. Tal como destaca un artículo reciente de Global Trade Magazine, cada vez más empresas están integrando sensores, códigos QR, etiquetas RFID y otros elementos tecnológicos directamente en los empaques para hacerlos más funcionales, eficientes y conectados.

¿El gran cambio? La posibilidad de monitorear en tiempo real lo que pasa con un producto mientras se mueve por la cadena de distribución. Por ejemplo, si un alimento fresco pierde frío en el transporte, si un medicamento recibe un golpe o si la humedad afecta el contenido, los empaques inteligentes lo detectan. Eso permite tomar decisiones más rápido y evitar pérdidas, algo clave para industrias que no pueden permitirse errores.

Otra gran ventaja está en la trazabilidad. Gracias a tecnologías como los códigos dinámicos o el RFID, se puede rastrear cada unidad desde que sale de la planta hasta que llega a manos del cliente. Esto agiliza inventarios, reduce errores humanos y mejora la reposición, especialmente en un contexto donde el comercio electrónico exige tiempos de respuesta cada vez más cortos.

Pero hay más. El diseño también importa. Optimizar el volumen del envase —es decir, que ocupe el menor espacio posible sin perder protección— permite transportar más en menos viajes. Así se reduce el uso de espacio, los costos de transporte y hasta las emisiones, porque hay menos camiones en la ruta o menos espacio en bodega desperdiciado.

Además, estos envases no solo ayudan a las empresas: también informan al consumidor. A través de una app o simplemente escaneando un código, se puede saber de dónde viene el producto, si es auténtico o si pasó por las condiciones adecuadas. Es un paso más hacia una cadena más transparente, conectada y confiable.

En resumen, el packaging inteligente se está convirtiendo en un verdadero socio estratégico de la logística moderna. Mejora la trazabilidad, reduce errores, optimiza recursos y, de paso, ayuda al planeta. No se trata de una tendencia de futuro: ya es parte de la realidad para quienes apuestan por procesos más eficientes y sostenibles.

Fuente: https://www.globaltrademag.com/the-future-is-smart-how-intelligent-packaging-is-transforming-global-industries/