Papel pintado: el arte decorativo abre nuevos mercados de impresión

25/08/2021

“Mi desafío es proponer” dice Carolina Bezanilla, diseñadora industrial al frente de Papel Pintado, una empresa que comenzó hace poco más 10 años junto a su hermana Colomba y que hoy se ha convertido en una referencia internacional de emprendimiento basada en el arte decorativo de vestir con papeles murales casas, comercios, o edificios patrimoniales, donde crea ambientes especiales y únicos.

La declaración de Bezanilla no se queda sólo en eso: similar a lo que ocurre en la industria de la moda, Papel Pintado propone dos colecciones de papeles murales cada año en las que se trabaja dedicadamente en cada una de las propuestas, abarcando públicos muy diversos que pueden ser niños, jóvenes, hombres o mujeres. El uso que se les da puede ser para instalaciones en casas, tiendas u oficinas, donde imprimen en sus muros tendencias internacionales del mundo del arte.

“Hacer cada catálogo es como hacer el menú de un restaurante, tienes que abarcar una amplitud de paladares para que quepan muchos estilos, necesidades o propósitos”, relata Bezanilla quien también abunda sobre las variantes de cada colección en la que se usan diseños propios y otros en colaboración con artistas de renombre: “Siempre incluímos un papel base, que sea para muchos metros cuadrados y que no canse con tanta información. También hay otros más figurativos, que te dan un punto de atención, en otros usamos patrones, donde la trama se va repitiendo. Los hay con figuras botánicas, más livianas y alegres. Así, vamos armando un catálogo equilibrado y armónico para que el cliente pueda elegir entre distintas opciones y hacerla funcionar en conjunto”.

Llegar a este ritmo de propuestas que deben ser renovadas periódicamente, sin dejar de ser innovadoras no ha sido fácil. Hace 10 años en Chile, explica Bezanilla, no existían los recursos para innovar con una propuesta como la que hoy ofrece esta empresa 100% nacional que trabaja de la mano de proveedores locales especialistas en impresión y proveedores de papel.

“En Chile, hasta hace poco, los procesos y el rigor de las imprentas para gran formato estaba enfocada sólo a publicidad y retail, no para algo como esto, que requiere un ojo más crítico para fijarse en los tonos y en las sutilezas que impactan mucho en el resultado final. Si bien esto está cambiando aún falta mucho por hacer. Ha sido un proceso largo y difícil de ir formándonos entre todos”, explica la diseñadora.

En ese camino ha sido importante el acompañamiento de la tecnología y de proveedores locales, ya que eso le ha permitido hacer en Chile un trabajo que sin este tipo de equipos tendría que importar, algo lento y mucho más caro por un problema de volumen.

“Trabajamos con máquinas Epson S60600 y S80600 que te permiten lograr una gama mucho más amplia de colores. Con la S80600 se consiguen colores metalizados o negros increíbles, profundos, oscuros. Sin embargo, hay un largo trabajo para ir logrando la precisión y sutileza necesaria para crear ambientes. Para ello ha sido clave hacerlo codo a codo con pequeñas imprentas, que son negocios familiares que han pasado de ser proveedores a ser casi nuestros socios porque hemos ido aprendiendo y equivocándonos juntos. Es algo muy cercano y eso es indispensable para generar confianza profesional con el proveedor”, confiesa la diseñadora.

“Trabajar con productos nacionales y con una asesoría local directa de Epson también nos ha permitido diferenciarnos, porque su capacidad de respuesta rápida nos permite, al mismo tiempo, que nosotras también podamos dar soluciones casi inmediatas a nuestros clientes, algo que no podríamos hacer si dependiéramos de proveedores y asesoría del extranjero. Esa apuesta por traer tecnología al país, es un desafío enorme que nos ha permitido también ir creando un nicho para imprentas y fabricantes locales de papel y abrir nuevos mercados para la industria nacional, algo que me tiene muy contenta”, finaliza una de las creadoras de Papel Pintado.