Manuel Salgado, Premio Líder Gráfico 2018: “Es un reconocimiento a todo un equipo, porque una empresa no la hace uno solo”

18/11/2018

Cuando Manuel Salgado recibió el correo electrónico donde se le anunciaba que había sido elegido Líder Gráfico 2018 creyó que era una broma: “La verdad es que fue una sorpresa. Nunca pensé que algún día podría tener un reconocimiento así”, comenta sorprendido.

La humildad y el bajo perfil de Manuel Salgado son características reconocidas por su entorno cercano. Lo cierto es que sobran las razones para que el actual dueño de Procolor recibiera este importante reconocimiento por parte del gremio.

Manuel Salgado se ha forjado a punta de esfuerzo y pasión por la excelencia, desde que ingresó en 1960 como interno a la Escuela de la Industria Gráfica y egresó de la especialidad de Linotipias. Hasta hoy, son más 50 años vinculados a la industria gráfica, la cual pudo conocer a fondo en sus diversos desafíos laborales en diferentes empresas como Editorial Zig-Zag, Convertidora Venezolana de Papel de Venezuela, Editorial Universitaria, Cromolito y Cystema. Y desde 2001 –primero en sociedad con Michael Bywaters y luego junto a su hijo Rafael Salgado– ha liderado de manera consistente y ejemplar una de las empresas gráficas más modernas y pioneras en el enfoque integral de servicio al cliente, Procolor. “Mi padre es una persona que le corre tinta por las venas”, indica su hijo Rafael.

Cada mañana a las 7 AM, Manuel Salgado llega a Procolor a ambientar el taller y se toma un café mientras lee el diario. Luego comienzan a llegar los colaboradores y a las 8 la empresa se pone en marcha. Lo primero: se revisa en qué situación están los trabajos y las órdenes. Y si hay que ayudar con trabajo manual, él está siempre disponible.

Pero Manuel Salgado considera que este premio va más allá de la trayectoria: “Es un reconocimiento a todo un equipo, porque una empresa no la hace uno solo. Los que trabajan día a día son los que merecen tanto como uno el premio”, reflexiona.
Procolor

Si bien Procolor nació orientada al área de preprensa, a los pocos meses, los socios –Manuel Salgado y Michael Bywaters– se dieron cuenta que era necesario diferenciarse. Analizaron qué les incomodaba de la imprenta tradicional, y acordaron que eran dos falencias claves: los desfasados tiempos de cumplimiento y la falta de calidad en las entregas: “Vimos cómo nos enfocábamos para suplir eso. (Nos preguntamos) De qué forma hacemos una empresa que cumpla, que dé una buena calidad y buen servicio. Así es como va naciendo Procolor”, explica don Manuel.

Desafíos

Manuel Salgado está convencido de que la vida se basa en desafíos: “Yo me imagino que mientras uno tenga un desafío, es parte de la razón de levantarse cada día. Y en la industria gráfica cada uno de los elementos, cada uno de los trabajos que uno enfrenta es un desafío”. Y esto es más patente en una empresa que no se dedica a un rubro específico: “Hacer 20 archivadores para la tarde es un desafío. Hacer un set de tarjetas con laca UV con folia para en un tiempo determinado es un desafío” expresa Manuel Salago, y agrega: “Y un tercer desafío es que el cliente lo reciba en su escritorio a la hora convenida”.

Así, cumplir con los plazos de entrega es una de las prioridades de Procolor. Rafael, hijo de Manuel Salgado, explica: “El trabajo siempre se hacía y se entregaba como se comprometió, no importando las aplicaciones que fuesen necesarias”.