Juan Marinetti, hijo mayor de Carlos Marinetti: “Mi padre era el mejor empleado de la compañía”

20/12/2021

Carlos Marinetti Margozzini fue un destacado empresario de la industria gráfica a nivel nacional, quien, junto a su padre, Juan Marinetti Ramossi y sus tres hijos, forjaron las bases de la industria gráfica del país a través de la empresa Marinetti – hoy llamada MM. Carlos Marinetti falleció el pasado 4 de diciembre y será recordado por su gran aporte a la industrialización de su empresa.

“Mi padre se levantaba, abría una puerta y llegaba al trabajo, porque la casa estaba ubicada justo al lado del taller. Nació en la fábrica en el año 1931, en ese tiempo no se nacía en clínicas, así que desde su día 1, estuvo allí”, rememora su hijo, Juan Marinetti. “Era muy activo, aparte de su rol ejecutivo tenía un rol activo en los quehaceres, ventilaba pliegos, hacía la ronda nocturna para revisar que no hubiese peligro de incendio, siempre iba cantando, yo lo acompañaba, a veces había máquinas trabajando, había que abrir a las 6:30 am y controlar la entrada de los operarios, siempre estaba ahí, era el mejor empleado de la compañía”, comenta.

Desde 2013 la familia se encuentra alejada de la industria gráfica, sin embargo, Carlos Marinetti se mantuvo siempre activo en la compañía hasta que ésta fue vendida. “Mi padre trabajó hasta el último día que la empresa estuvo en nuestras manos. Trabajó hasta sus 82 años”.

El legado Marinetti

“Mi abuelo trajo la técnica y mi padre hizo crecer la empresa en términos industriales, él la transformó del taller que tenía mi abuelo a una industria”, señala Juan respecto a la compañía que cuenta con más de 100 años de historia.

“Nuestra empresa fue precursora en traer la última tecnología siempre. Trajimos la primera máquina cuatro colores tamaño mercurio, la primera troqueladora del mismo tamaño, la primera pegadora, el primer sistema digital, etc. La empresa siempre fue la número 1 en innovar con tecnología”, destaca.

“En esa época traíamos la nueva tecnología con sus pilotos, porque en Chile nadie las sabía operar, así que vinieron muchos técnicos extranjeros y crearon escuela, diría que, entre mi abuelo y ellos, crearon una escuela que repartió maestros e impresores que se extendió por todo Chile”, explica.

Juan Marinetti explica que en la fábrica de su familia se produjeron en distintas épocas, desde afiches, libros, cheques, edición de revistas, tarjetas de visitas hasta envases flexibles. “Hasta que el abuelo dijo: nos vamos a concentrar en envases y etiquetas”.

Después vino la apuesta por el cambio a instalaciones más grandes, en Pudahuel. “En ese minuto nos costó bastante el cambio, sin embargo, eso hizo que la empresa despegara a niveles regionales de tecnología de punta en términos de planta, lo que se hizo que pudiéramos asociarnos con la élite del packaging mundial”.

El recuerdo de su padre

“He recibido mensajes que me dicen: con él aprendí, él me enseñó. Era el maestro, se tomaba el tiempo. Y es cierto, era muy maestro, igual que mi abuelo”, destaca. “Era muy preciso y detallista, revisaba los trazados, revisaba las facturas y presupuestos, era de oficina y de fábrica, después de revisar máquina por máquina, veía el programa del día y después seguía trabajando: era intenso, paciente, persistente, diverso y dinámico, revisaba mucho y se le pasaban pocos errores”, finaliza.