HURST Labeling Systems y los problemas en la cadena logística: “La crisis de los contenedores ha sido brutal”

27/05/2022

La empresa estadounidense llegó a Chile en 1996 interesada por el sector frutícola y luego se abrió a la industria vitivinícola. Ahora ha tenido que enfrentar las alzas de precios en los insumos y los quiebres de stock.

La empresa HURST Labeling Systems llegó a Chile en 1996 de la mano de Juan Paez, quien se desempeña como Regional Manager-Southern Cone. “La historia de HURST comienza con una llamada de un amigo en EE.UU., que tenía un amigo dueño de una empresa que fabricaba sistemas automáticos de etiquetado de fruta fresca. Como Chile es un gran proveedor de fruta para el mercado norteamericano, quería encontrar un socio acá que se interesara en trabajar las ventas de sus equipos en el sector. Cuando vino a Chile me ofreció comenzar la sociedad y acepté”, recuerda Paez.

A poco andar, y como el sector exportador frutícola tenía una estacionalidad de solo tres meses al año en esa época, Paez buscó otros sectores de negocios. “La que ofrecía buenas expectativas de crecimiento era la industria vitivinícola. Comenzamos a elaborar etiquetas de vino y nuestro primer cliente fue la Viña San Esteban”, dice. Ahora también trabajan con Viña Morandé, Viña Luis Felipe Edwards, Viñedos de Aguirre, Viña Indómita -Santa Alicia, Iansa, Capel, Sal Lobos y varios otros.

La cadena logística

En los últimos dos años se han visto bastante afectados por las diferentes crisis que han golpeado a la cadena logística. “Las constantes alzas de precios de prácticamente de todo tipo de insumos, los quiebres de stock, que nos obligan a comprar más insumos que antes y a financiarlos a altas tasas bancarias de interés. En las MP que compramos en el extranjero, que son prácticamente la mitad de las que ocupamos, el tema de los contenedores ha sido brutal, no solo por las demoras y atrasos, sino también porque, lo mínimo que se paga por un contenedor hoy es tres veces lo que se pagaba antes de la pandemia”, explica Paez.

HURST, además, está constantemente modernizándose. “Los equipos para la impresión y terminación de etiquetas de alta gama de hace una década ya están prácticamente obsoletos. Hay un gran aumento de productividad que ofrece la digitalización de los procesos de impresión y terminación. Antes se podía tener equipamientos por 15 a 20 años sin problema, pero hoy a los cinco años ya aparecen nuevas tecnologías que superan largamente en productividad a las anteriores”, afirma Paez, “HURST hoy tiene tres veces la capacidad de producción que tenía hace cinco años, con la misma cantidad de trabajadores. Además, los equipamientos nuevos trabajan cada vez con mejor calidad y son más fáciles de operar”.

Su oferta diferenciadora son los sistemas de etiquetado automático VERSAPRINT, con impresión de datos variables en la etiqueta y una velocidad de 11 etiquetas por segundo. “Es un verdadero robot de etiquetado único en el mundo. Se usa con etiquetas de fruta genéricas, lo que ahorra mucho dinero a los clientes porque evita las compras con cantidades sobreestimadas. Estamos en el mercado chileno y peruano, y desarrollando otros mercados en Latinoamérica”, dice Paez. También destaca las etiquetas de alta gama de vino y las etiquetas termo contraíbles. “Tenemos los más modernos equipamientos que existen en el mercado mundial y 25 años de experiencia, lo que nos permite entregar condiciones de calidad de excelencia, gran cumplimiento de tiempos de entrega y buenos precios”.