Producción local, impresión global: el impacto del modelo POD en la industria gráfica

30/09/2025

En un mundo cada vez más digitalizado y personalizado, la industria gráfica atraviesa una transformación profunda impulsada por el modelo de impresión bajo demanda (POD, por sus siglas en inglés). Este sistema permite producir únicamente lo que se vende, sin necesidad de acumular inventario ni anticipar la demanda. El mercado global del POD alcanzó un valor de USD 5,4 mil millones en 2022 y se espera que crezca a una tasa anual compuesta del 26,1% hasta 2030, según datos de Grand View Research. Esta evolución está redefiniendo los flujos logísticos, los modelos de negocio y las oportunidades para productores gráficos en mercados emergentes como América Latina.

Un ecosistema global descentralizado

El modelo POD se basa en redes globales de producción que conectan plataformas de venta digital con talleres gráficos locales. Estas plataformas actúan como intermediarios tecnológicos que enrutan automáticamente las órdenes al centro de producción más cercano al consumidor final.

Catherine England, Marketing Manager de Prodigi, explica que su empresa opera como una plataforma global con más de 100 centros de impresión en más de 10 países. “Cuando un cliente hace un pedido de un producto personalizado, nuestro software lo dirige al centro más eficiente según la ubicación del destinatario. Esto permite fabricar y despachar desde el lugar más cercano al cliente, eliminando la necesidad de mantener inventario y permitiendo operar a escala global con distribución local”.

En el caso de Printify, su enfoque se basa en una red de más de 85 socios con 115 ubicaciones, mientras que Printful, aunque parte del mismo grupo, trabaja mayoritariamente con instalaciones propias. “En ambos casos, todos los pedidos se hacen bajo demanda y se procesan en el punto más cercano al cliente”, señala David James Hooker, Director de Brand para ambas marcas.

Por su parte, Dimona Tee, empresa con operaciones en América Latina y Estados Unidos, combina la gestión tecnológica con centros de producción locales. Según su CEO en Estados Unidos, Igor Blumberg, “operamos en seis países, incluyendo Chile, Argentina, Brasil, México, Colombia y Estados Unidos. Gracias a una sola integración API, podemos despachar localmente a más de 800 millones de personas. Nuestro modelo elimina la necesidad de prever la demanda, lo que permite a las marcas lanzar y retirar productos al ritmo de las tendencias en redes sociales”.

Qué se imprime y cómo

En cuanto a los productos más demandados, cada empresa tiene su enfoque. Prodigi se especializa en arte mural, particularmente impresiones enmarcadas. “Son productos que funcionan bien en múltiples mercados y culturas”, afirma England. 

Dimona Tee, en cambio, se enfoca en ropa personalizada, especialmente con tecnología DTG (direct-to-garment). “En América Latina, la vestimenta es nuestro núcleo, pero estamos expandiéndonos hacia bordado bajo demanda, transferencias DTF (direct-to-film), etiquetas personalizadas y servicios 3PL híbridos”, comenta Blumberg. El objetivo: que el producto terminado luzca como una prenda de tienda, no como algo hecho en serie bajo demanda.

América Latina: oportunidad y desafío

Aunque todavía emergente en comparación con otros mercados, América Latina se presenta como un territorio fértil para el desarrollo del POD. “La región tiene comunidades creativas en crecimiento y un fuerte espíritu emprendedor. Eso está perfectamente alineado con nuestra misión de democratizar el acceso a la manufactura”, dice England desde Prodigi, quien ve a Chile como un país particularmente atractivo por sus políticas de sustentabilidad.

En este punto coincide David Hooker, de Printify, quien afirma que “aunque no tenemos socios en Chile actualmente, hemos completado cerca de 200 millones de órdenes globales, muchas de ellas en América del Sur”.

Cottonprint Chile es socio estratégico en de Dimona Tee en el país.  Su cofundadora María Paz Ibáñez, explica: “Nuestra experiencia ha sido transformadora”. “El acceso a un mercado global con alta demanda nos ha exigido profesionalizar todos nuestros procesos, automatizar el flujo de trabajo desde la orden hasta el despacho, y adaptarnos a estándares internacionales”.

El modelo también ha permitido reducir inventarios y optimizar tiempos. “Producimos solo lo que se vende, con procesos limpios que minimizan el uso de agua y residuos. Al fabricar localmente, reducimos también costos y emisiones asociadas al transporte”, agrega. Además, “esta alianza ha acelerado nuestro crecimiento y diversificado nuestras líneas de negocio”, indica Ibáñez.

Blumberg coincide en que el futuro está en la descentralización y la automatización: “La gran oportunidad en Latinoamérica es eliminar puntos manuales manteniendo la calidad. Muchos talleres aún persiguen descuentos por volumen que terminan congelando capital y limitando la flexibilidad”.

Los retos técnicos detrás del modelo

El éxito del modelo POD depende de altos estándares de calidad y eficiencia, incluso si el producto se fabrica en distintos países. En Prodigi, señala England, “todos nuestros productos se producen bajo especificaciones idénticas, con controles de calidad estrictos en toda la red. La consistencia es clave para la satisfacción del cliente”.

Hooker agrega que en Printify y Printful “se monitorean los pedidos, se analiza el feedback y se hacen pruebas constantes para asegurar los niveles de calidad, tanto en instalaciones propias como de socios”.

En Dimona Tee, el enfoque está puesto en la automatización total. “Cada socio debe integrarse a nuestro flujo de trabajo en tiempo real, que conecta la tienda online, el piso de producción y el fulfillment. Nuestra rentabilidad depende de reducir segundos por orden”, dice Blumberg.

Por otra parte, Miguel Leiva, gerente de Dimona Tee Latam, indica:  “recomendamos que, antes de integrarse a una plataforma internacional, las imprentas chilenas aseguren que todos sus procesos estén automatizados, desde la recepción del pedido hasta el despacho”. Además, señala que la integración con plataformas como Shopify, Etsy o Amazon debe ser estable, trazable y en tiempo real, para operar sin fricciones.

Mirando hacia adelante: más local, más sostenible

El futuro del POD parece alinearse con la producción local, la automatización avanzada y la sustentabilidad. “Vemos una evolución hacia modelos más localizados y sostenibles, con mayor uso de inteligencia artificial para optimizar rutas y procesos, y un rechazo creciente a la producción masiva”, proyecta Catherine England.

Para Miguel Leiva, esto representa no solo un modelo rentable, sino una manera de crear una industria gráfica moderna y escalable en la región. “Chile y Latinoamérica tienen el potencial de convertirse en hubs de producción POD para el hemisferio sur. La clave está en pensar el taller como una unidad logística, digital y eficiente, no como una imprenta tradicional”, concluye.