Colorama: Tecnología, innovación y valor en el competitivo mundo de las etiquetas de vino

Con más de 30 años en el rubro gráfico, Colorama ha mantenido su posicionamiento apostando por tecnología de punta, innovación constante y una atención al cliente que comienza desde la idea. Bajo el liderazgo de Carlos Scheuch, la compañía se ha consolidado como un actor relevante en el exigente mercado de las etiquetas para vinos.

Los inicios de Colorama fueron una imprenta offset convencional enfocada en trabajos publicitarios, sin embargo, la compañía redefinió su estrategia al especializarse en el segmento de etiquetas, con un foco particular en el mundo del vino. “Cuando me integré a la empresa, comenzamos a apuntar a segmentos más específicos. El foco se volvió principalmente las etiquetas autoadhesivas y engomadas, y dentro de eso, el vino pasó a ser nuestro objetivo principal”, señala Carlos Scheuch, gerente general.

Esa apuesta no solo les permitió ganar posicionamiento, sino también reconocimiento: “Los premios que hemos ganado, como el Theobaldo de Nigris, así como nuestras muestras destacadas, todo ha sido por nuestras etiquetas de vino”, afirma. A pesar de los años difíciles que ha enfrentado la industria vitivinícola —particularmente en 2023, con una caída global del 30% en ventas—, Colorama optó por invertir. “No entramos a competir por precio, sino que nos preparamos para el siguiente ciclo”, dice Scheuch. Durante 2023 y 2024, la empresa invirtió en dos frentes clave: tecnología digital de vanguardia y recursos innovadores exclusivos.

“Somos bastante líderes en impresión digital con HP Indigo, la tecnología más sofisticada del mercado”, afirma. Pero fueron más allá: apostaron por desarrollos inéditos, “invertimos en equipamiento que incorpora recursos novedosos, y ya tenemos varios casos de éxito utilizándolos”, agrega.

Innovación como diferenciador

La visión de Colorama no se limita a imprimir etiquetas bonitas. La empresa ha sumado recursos únicos al diseño de etiquetas de alto valor, con formatos multicapa, ensamblados y combinaciones de materiales especiales, “nosotros podemos hacer todas las etiquetas que hay en el mercado y algo más. El resto no necesariamente puede hacer todas las que hace Colorama”, asegura Scheuch con convicción.

Este enfoque ha abierto nuevas oportunidades de negocio, manteniendo siempre una mirada estratégica: diversificarse sin perder el foco. “Nuestros desarrollos apuntan a etiquetas de alto valor, incluso para otros segmentos, pero sin perder el estándar que nos define”.

Además del equipamiento técnico, uno de los pilares de la empresa es la relación con sus clientes. “Yo, como gerente general, soy el primer vendedor de la empresa”, comenta Scheuch, quien subraya que toda la estructura está diseñada en función del cliente.

La personalización, la logística a medida y una propuesta de valor basada en la innovación han permitido a Colorama mantener una cartera de clientes fieles y creciente, “tenemos relaciones de larga data y eso nos reafirma que vamos en la dirección correcta”, añade.

Mirada a futuro: adaptación y acompañamiento

Con el mercado del vino aún en recuperación y enfrentando cambios en los hábitos de consumo, Colorama busca ser un socio estratégico para sus clientes. “La tendencia va hacia vinos más frescos, espumantes o con menor graduación alcohólica. Nuestro rol es acompañarlos con etiquetas que destaquen esas nuevas propuestas”, dice Scheuch.

Finalmente, Scheuch destaca un elemento clave en la fórmula de Colorama: su equipo. “Nuestros colaboradores están altamente capacitados y comprometidos con nuestros clientes. La tecnología y la innovación son fundamentales, pero nuestra gente es lo que realmente marca la diferencia”.